Cuentan mis mayores
que hubo un tiempo en que
los humanos eran humanos.
Llenos de melancolía, de nostalgia
por aquellas otras felices épocas,
susurran su recuerdo
ante la incredulidad general.
“¿Hubo un tiempo en que
los humanos eran humanos?”,
se pregunta el insolente,
incrédulo, ingrato,
insoportable,
el niño mimado y terco
que sobrevive en mi interior.
El humano, piensa este repelente infante,
es incompatible con la humanidad,
pues es egoísta, cruel, cargante,
necia, estólida, intolerante,
incapaz de convertir en realidad
sus sueños más ilusionantes.
Eso piensa el egocéntrico
que hay en mí,
mientras mi alma, a veces serena,
da las gracias a la amable señora
que me ha servido un helado
con una sonrisa en la boca.
Hay oscuridad en cada alma,
pero es solo una cueva
en un amplio paisaje
de sueños, de amores, de ideales…
Solo de cada cual depende
hasta dónde crecerá la oscuridad
de cada una de nuestras almas…
Debemos por la luz luchar
para volver a ese tiempo que hubo
y en el que, de vez en cuando,
consigo llegar a creer.
@dondanioffical
Foto: Photo by Tim Foster on Unsplash
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