Un destello
se convierte en sombra.
Me despierto: un anhelo.
La ilusión, la ilusión.
Por ti, por ti.
Empezar de nuevo,
protegerte.
Por mí, por mí.
Estoy aprendiendo, me digo,
a convivir con mis sombras,
que son densas, inmensas,
feroces y luego tibias.
Me despierto: la esperanza,
¿podré mantenerte a mi lado?
Caminar, caminar junto a ti.
Este destello
de latidos alegóricos,
bíblicos;
y un sueño: volver
a la que fue mi tierra.
Me digo: camina.
Con el miedo, con la dicha,
camina.
Péiname el pelo,
trenza mis dudas.
Soy senda
que no sé a dónde lleva.
Un aliento; mi carne.
Por ti, por mí.
Caminar.
Andrea Carrera
(a.de.almendro)
Deja una respuesta