Poco me podía imaginar
que tal abismo aguardaba
donde convergen tus caminos.
Fue en ese instante, en ese universo.
En ese vacío.
Donde el vértigo me elevaba.
Donde la lluvia revelaba
ante mí, ajena,
una verdad que no entiendo,
el enigma de tu cuerpo,
la agonía de tus caderas.
El morir y soñar a un tiempo
que parece disiparse
pero se mantiene, perpetuo.
Y te vi tan perdida,
tan lejana, tan ausente.
Tus ojos blancos, como tu piel.
Como una estrella, tu cuerpo ardía.
Tus besos, tus labios
parecían corresponder
con sueños y fantasías.
¡Pero te veía! ¡Tu cuerpo estaba ahí!
¡Pero escuchabas, y respondías!
Y, con todo esto, comprendí,
que quiero ser marinero,
pez, si es preciso,
para perderme contigo.
Para navegar en ti.
- Marca de Agua
10/07/2021
19:42
Foto: Photo by Aleks Dahlberg on Unsplash
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