Quiero más.
Quiero el fuego en mis venas.
Quiero el ritmo en mi pecho.
No mirar al suelo o al techo,
sólo sentir cada paso.
Cada golpe sonoro,
cada rasgueo de guitarra.
Merengue, bachata, salsa.
Al compás de otros pies,
bailar y ver la propia euforia
reflejada en otra mirada.
Imagen: Ídem
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