Ojalá parara de una vez esta lluvia.
Querida amiga, hace meses que lloro
y ha pasado tanto tiempo
que del motivo ya no me acuerdo.
Antes, al menos, permanecían en mi memoria
razones por las que lamentarme;
amargos desamores, injusticias injustificables.
Disfrutar de la tormenta que acalla las voces,
ni eso me perdona la vida. Dime,
¿Acaso soy yo merecedora de tales desdichas?
¿cometí algún pecado que no pueda perdonarme el cielo?
De ser así, sólo pido un poco de clemencia.
¡Piedad para esta pobre desdichada
que sólo quiere ser libre de su tristeza!
Ojalá amaine la lluvia, amiga mía.
Espero con ansia los días de sol,
mi única fuente intermitente de alegría.
Quiero volver a sentir su calor en mi piel,
su luz en mis ojos reflejada.
Ojalá volver contigo, una última vez,
a esos días soleados que en algún momento
nos dieron la vida, amiga.
Facebook: Elena Solé
Foto: Ídem
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