Érase una vez
en tierras de nombre hace tiempo olvidado
donde hadas y duendes habitan,
un ser mágico de extraña naturaleza
que duerme plácidamente bajo las estrellas.
En leyendas de antaño decían de él héroe,
valiente caballero, vencedor de la señora muerte,
que ganó así su corona como rey de poniente.
Mas los cuentos de niños jamás vieron
contadas en verso tan viles mentiras,
que aquel al que tanto adoraban
era el diablo que aparecía en sus pesadillas.
Pensará el lector que quizás vendría
en blanco corcel y brillante armadura
un caballero defensor de la verdad
que sacara al malhechor de su reluciente trono.
Pero en esta historia no hay vencedores,
ni guerras, ni príncipes, ni tampoco perdices;
aquí quien se queda es el mentiroso
que reina en su reino, quizás no tan florido,
quizás no tan hermoso.
Facebook: Elena Solé
Foto: Photo by Pro Church Media on Unsplash
Estrechos de miras 
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